Todos tenemos, dicho sin ofender, una amiga tragona que nos recomienda desde la gordita de chales en la esquina o comida tailandesa, hasta lo más inverosímil que te hacen exclamar: ¡¿te cae?!. En esta ocasión me platicó de "los helados fritos". En ese momento pensé: ¿helado frito?, ¿cómo?, ¿en aceite?, O de qué otra forma se puede freír un alimento a no ser que se refiriera a algo similar al tempura helado. Siendo honesto, el nombre no me pareció nada atractivo pero si despertó en mi curiosidad, más cuando me dijo que realmente son muy sabrosos. ¿Qué mas puedo perder? He pagado grandes sumas en lugares según orientales fashion y, ¿para qué?, si la sazón quedó olvidada en su país de origen; así que me dispuse a probar tal recomendación.
Al llegar al establecimiento, modesto pero muy bien surtido de ingredientes para todos los gustos, mire al rededor y no me caía el veinte de como era el proceso de tan intrigante helado frito, ya que llevaba en mente la clásica imagen de la heladería con varios refrigeradores llenos de botes con helado. Obviamente esto no era así, los sabores (ingredientes) se exhiben sobre repisas yendo desde cereales, chocolates, fruta, miguelitos, galletas y hasta licores.
Aún sin saber de que se trataba, me animé a pedir uno de Baileys con Mui Bon y Plátano, a continuación la encargada prepara cual licuado una mezcla de estos tres ingredientes con leche de soya (tal vez muchos lo agradecerán por ser ligera), el licuado preparado fue vertido en una plancha cual mezcla para crepas.
Aquí el gran secreto, en lugar de estar caliente la plancha, está muy fría, a 40°C bajo cero, formándose en poco menos de un minuto, el helado. El sabor fue exactamente el de los tres ingredientes, bastante recomendable, dejando ganas de volver y, experimentar otra combinación de sabores.
El lugar se llama IGLOO - helados fritos, en mi opinión no son fritos pero el proceso simula tal, finalmente el nombre no importa cuando el sabor es muy bueno más el plus de tener tu helado al instante con tu mezcla preferida .
Les recomiendo darse una vuelta a la calle Cuesta Veloz, Colonia San Cristóbal muy cerca de conocida Universidad en Cuernavaca, Morelos.
