Me gusta el cine tanto como a cualquiera, me gusta opinar de él y, como el total de las entradas de este blog, será total y absolutamente parcial y subjetiva la opinión de películas.
En la mayoría de los casos no daré la sinopsis de la película, tampoco enlistaré los créditos o cualquier otro dato, de eso ya está lleno el internet; tampoco me limitaré a escribir “tiene buenos efectos” o “está chida”; a cambio de eso mi opinión girará en lo que el director, actor o guión me hizo sentir o pensar.
Tampoco daré explicaciones, si alguien no entiende el porqué considero “Avatar” como una mezcla entre “El último samurái” y “Matrix” es porque basta con ver las películas.
Así pues, dense una vuelta por la etiqueta de cine, se agradecen los comentarios, cuyo valor será su individualidad.
domingo, 28 de agosto de 2011
Crítica Cowboys & Aliens
Es bueno tener ayuda en los momentos más difíciles de nuestra vida, y qué mejor si esa ayuda proviene de algún alienígena; imagina que eres un criminal y serás enviado ante los federales, ¿y ahora quién podrá ayudarme?, quien más si no un alien, que llega junto con varios amigos haciendo tanto escándalo y destrozos que te dan oportunidad de escapar.
Otro caso: eres un bandolero encontrando a antiguos amigos a los que has traicionado llevándose sus tazos y estampitas, eso sí es una ofensa grave, te dan tremenda paliza, escapas pero cuidado, están dándote alcance, están enojados y son mayoría, pero no te preocupas, porque una vez más llegan los aliens y logras escapar nuevamente. Eso es amistad, no abrazos y palabras huecas, ellos han estado ahí cuando más los has necesitado.
Y ni mencionar cuando una tribu te captura, están por asesinarte porque es más que sabido que estás en guerra perpetua con tal tribu, son despiadados, no se pude negociar con ellos ni mucho menos mordidas y sobornos, pero qué sucede, una alien que dabas por muerta se materializa frente a los ojos de propios y extraños y, con el convincente discurso de: no los mates, son chidos y son mis cuadernos, el jefe recapacita y hasta los trata como amigos.
Conclusión, tener un amigo alien, o ser un amigo alien, no tiene precio; has abierto los ojos, hasta antes de analizar tan irrefutable evidencia los creías enemigos, pero ahora, sabes que están aquí para ayudar.
Otra de las grandes reflexiones que me deja “Cowboys & Aliens”, es que la vida en otras galaxias no es muy diferente a la nuestra, o más que la vida misma, el transcurrir histórico cuenta con un paralelismo sorprendente: en los años 60´s los hippies y más predicaban “amor y paz”, y nuestros visitante qué mensaje traían: pues cuál otro que el de “la paz mundial”; hoy día cientos de “abducidos” aseguran que el mensaje de “los que están entre nosotros” es el de cuidar al planeta, y que la ecología y esas cosas…. ; entonces, ¿qué mas podría hacer un extraterrestre en la época del viejo Oeste?, ¡claro!, ¡están buscando oro!, a poco no es sorprendente como las vidas transcurren con tales semejanzas.
Estarás de acuerdo conmigo que hasta este momento todos estos argumentos son creíbles, ni nos atrevemos a dudar de gente tan experimentada en el arte de hacer cine; no nos queda duda de la motivación que tuvo un hombre rudo y severo en extremo de la época (Harrison Ford) a poner cara de tonto, ser sumiso y seguir instrucciones de la persona que humillo a lo que más quería en la vida, su hijo; ni nos queda duda de cómo un jinete (Daniel Craig) persigue una nave voladora a caballo, logra darle alcance y brincar sobre de ella. No, de eso no dudamos, y ni atrevernos a criticar la pelea entre vaqueros e indios contra la horda alienígena, que por más rápidos, fuertes y armados con rayos desintegradores sucumben ante la eficacia de un tomahawk.
Ya había mencionado en mi comentario de “Super 8” los clichés referentes a extraterrestres, y esta película no se hacen esperar esos más otro clásico: no hay alienígena que no pueda hacer algún tipo de magia.
Afortunadamente Cowboy & Aliens” pasará con más pena que gloria dejándonos igual que antes de haberla visto, esperando una película decente de extraterrestres.
Otro caso: eres un bandolero encontrando a antiguos amigos a los que has traicionado llevándose sus tazos y estampitas, eso sí es una ofensa grave, te dan tremenda paliza, escapas pero cuidado, están dándote alcance, están enojados y son mayoría, pero no te preocupas, porque una vez más llegan los aliens y logras escapar nuevamente. Eso es amistad, no abrazos y palabras huecas, ellos han estado ahí cuando más los has necesitado.
Y ni mencionar cuando una tribu te captura, están por asesinarte porque es más que sabido que estás en guerra perpetua con tal tribu, son despiadados, no se pude negociar con ellos ni mucho menos mordidas y sobornos, pero qué sucede, una alien que dabas por muerta se materializa frente a los ojos de propios y extraños y, con el convincente discurso de: no los mates, son chidos y son mis cuadernos, el jefe recapacita y hasta los trata como amigos.
Conclusión, tener un amigo alien, o ser un amigo alien, no tiene precio; has abierto los ojos, hasta antes de analizar tan irrefutable evidencia los creías enemigos, pero ahora, sabes que están aquí para ayudar.
Otra de las grandes reflexiones que me deja “Cowboys & Aliens”, es que la vida en otras galaxias no es muy diferente a la nuestra, o más que la vida misma, el transcurrir histórico cuenta con un paralelismo sorprendente: en los años 60´s los hippies y más predicaban “amor y paz”, y nuestros visitante qué mensaje traían: pues cuál otro que el de “la paz mundial”; hoy día cientos de “abducidos” aseguran que el mensaje de “los que están entre nosotros” es el de cuidar al planeta, y que la ecología y esas cosas…. ; entonces, ¿qué mas podría hacer un extraterrestre en la época del viejo Oeste?, ¡claro!, ¡están buscando oro!, a poco no es sorprendente como las vidas transcurren con tales semejanzas.
Estarás de acuerdo conmigo que hasta este momento todos estos argumentos son creíbles, ni nos atrevemos a dudar de gente tan experimentada en el arte de hacer cine; no nos queda duda de la motivación que tuvo un hombre rudo y severo en extremo de la época (Harrison Ford) a poner cara de tonto, ser sumiso y seguir instrucciones de la persona que humillo a lo que más quería en la vida, su hijo; ni nos queda duda de cómo un jinete (Daniel Craig) persigue una nave voladora a caballo, logra darle alcance y brincar sobre de ella. No, de eso no dudamos, y ni atrevernos a criticar la pelea entre vaqueros e indios contra la horda alienígena, que por más rápidos, fuertes y armados con rayos desintegradores sucumben ante la eficacia de un tomahawk.
Ya había mencionado en mi comentario de “Super 8” los clichés referentes a extraterrestres, y esta película no se hacen esperar esos más otro clásico: no hay alienígena que no pueda hacer algún tipo de magia.
Afortunadamente Cowboy & Aliens” pasará con más pena que gloria dejándonos igual que antes de haberla visto, esperando una película decente de extraterrestres.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)