En Los Tres Mosqueteros definitivamente la fotografía de las postales que el Barroco Francés ofrece es sumamente espectacular, es un deleite a la pupila con todo y las inexactitudes históricas, ¿pero a quién le importa esto?, si los paisajes, los edificios, el vestuario y el colorido en general por si solos valen la pena.
Lamentablemente el prietito en el arroz viene después, no se si Dumas este revolcándose en su tumba; pero quiero pensar que en tal clásico de la literatura universal no hay suficiente intriga, emoción y aventura, que hubo que echar mano, en ocasiones de manera descarada, a The Matrix, Batman y James Bond 007 entre otros, para imprimirle cierto toque de "actualidad". El Sound Track, un fusil mas, si la sola presencia de Orlando Bloom no te hizo recordar a Piratas del Caribe, la música en conjunto con la batalla de barcos fantásticos, estoy seguro lo harán.
Creo que hubiera sido muy sencillo darle cualquier otro título con otros personajes y la película sería un digno éxito palomero sin des-dignificar la obra original, con peleas y acción inverosímil para brindar un grato momento de diversión al público acostumbrado a máquinas que se transforman y super héroes; porque a decir verdad, los poco mas de 100 minutos resultan muy entretenidos, es como haber visto Wild Wild West del viejo continente, los jóvenes párvulos obvio no creen que así era el viejo Oeste, y no esperaría pensaran que así fue la Francia de Luis XIII, sin la realidad del desaseo como justificación del maquillaje, perfumes y pelucas; para eso están los libros y documentales, Los Tres Mosqueteros de Paul W. S. Anderson es mero entretenimiento.
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