domingo, 25 de septiembre de 2011

¿Quién no le ha temido a la oscuridad?

Hollywood nos ha plagado de refritos en su gran mayoría nefastos y, justo cuando estamos decididos a esperar sentados es cuando aparece Guillermo del Toro, siendo fiel a su estilo nos trae "No Temas a la Oscuridad" dirigida por Troy Nixey.



Guillermo y Troy debieron haber estado muy confiados en el argumento y dirección de la película para dar a conocer tan temprano los motivos y explicación de la cinta, lo hace junto con los créditos iniciales, ¿acaso no habrá misterio?, ¿no hay nada por descubrir? es entonces cuando la película se vuelve muy digerible, nada rebuscado sin enredos en el tiempo, no existe esa creencia de que una película para ser buena deba ser complicada en la trama dejando piezas sueltas, manteniendo la mente ocupada sin tiempo para el disfrute de la fotografía, la música y del reparto entre otros.

Y puede que la historia sea trillada y hasta me recordó en algún momento al "Laberinto del Fauno"; la clásica familia en una casa vieja, enorme y oscura, en la que suceden cosas tenebrosas y, para variar, no le creen al menor de la familia en este caso la pequeña niña Sally (Bailee Madison), tiene también algunos "absurdos" y en realidad no considero sea de "Terror", pero con todo eso la película no deja de ser muy entretenida y recomendable.



No será una obra maestra ni referencia futura, tan solo es un producto decente que da respiro ante tanto churro del remake.

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