Existen ocasiones donde vivimos en un paraíso que no podemos disfrutar, donde no tenemos una segunda oportunidad, donde se nos acaba el tiempo, donde no es posible corregir lo que hemos descuidado y hasta olvidado, el perdón y redención son cuasi-imposibles o, donde simplemente no estamos preparados para lo que sigue.
Durante nuestra vida somos herederos de razones y circunstancias de otras personas, ese complejo sistema que nos posiciona en inverosímiles situaciones, bien nos hayan legado propiedades, deudas o hasta pecados. Y tal vez no seamos merecedores de todo ello pero, la vida nos lo demanda como descendientes a esa herencia.
Con todos estos argumentos la película Los Descendientes narra su historia, pero a título personal, no termina de cuajar, la trama es un drama ligero en una historia convencional, no es un caso aislado la pareja infiel orillada por la ausencia del otro debido al trabajo, la (el) adolescente rebelde y los conflictos de intereses familiares; si bien nos muestra todas estas circunstancias de una excepcional manera con buenas actuaciones, no siento sobresalga de entre otros dramas familiares.
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