Crítica El Planeta de los Simios (R)Evolución

¡Quita tus sucias patas de encima!, dice el coronel Taylor (Charlton Heston) al simio que lo somete, y tal vez le podríamos decir lo mismo a Tim Burton, al que para fortuna de todos su versión quedará en el olvido gracias a Rupert Wyatt y su versión de "El Planeta de los Simios (R) Evolución".

No era mi intención hablar de la película del '68, pero para su nivel la referencia era obligada, si bien la primera explora el pensamiento y comportamiento humanos, la segunda, sin pizca o intento a mi parecer de crear un tratado de moralidad, civismo o filosofía, es llevada por un sencillo guion, una dirección sobria y una extraordinaria cámara, hacia una de las metas que todos buscamos: una película que "nos hace sentir", si me hace o no pensar ya es otra cosa.

O cómo te explicas que "sientas" más a los simios y gorilas caídos que a los humanos muertos, si bien pagan justos por pecadores, somos cómplices de esa "justicia" y sabemos de que lado estamos. Cómo te explicas al César prisionero con esa mirada desolada al principio, sabes que cometió un crimen y sin embargo, sientes su encierro, o ¿será que somos testigos de la razón de Taylor (Charlton Heston) en su monólogo antes de la hibernación?, perdón nuevamente por la referencia pero, deberían ver la película del '68 :-P.

En conversación reciente platicaba sobre los "actores no reales" (creados por computadora y que no sé como llamar exactamente) que no fueran patiños como el nefasto Jar jar Binks, o caricaturescos como Buzz Lightyear, y hasta ahora que navego en San Google descubro que el interprete de Gollum (El Señor de los Anillos) y King Kong (2005) es el responsable del expresivo simio César, al que definitivamente coloco el título de protagonista. Estoy hablando de Andy Serkis al que espero ver en futuras nominaciones, y a cuya gran actuación el CGI tan solo "maquilla".

Y a este respecto, no es raro para esta época que El Planeta de los Simios (R) Evolución este lleno de gráficos por computadora, afortunadamente se hace de manera inteligente y sin exageraciones, sin grandes explosiones ni fantasías absurdas, en cambio nos presenta simios aceptables y con carácter histriónico, salvo algunos detalles: la fuerza física en la escena de la pelea de la Madre de César o, cuando este jala sin mayor esfuerzo al pesado gorila del helicóptero y, por otro lado, no se que tenga que ver la inteligencia con las cuerdas vocales...

La película es recomendable, y ejemplo como pocos de historias ya contadas.